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RECUPERACIÓN DE BARRANCAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO Reintegración ambiental en la infraestructura verde

INTRODUCCIÓN

Las barrancas son parte de un sistema hidrológico, por lo cual su comprensión es vital, ya que la afectación en una barranca repercute en todo el sistema alterando a todo el conjunto. Este sistema conforma una cuenca hidrográfica en donde las barrancas juegan un papel fundamental al ser los medios por los cuales toma curso el agua.


Son muchas las definiciones de barranca, de acuerdo con las diferentes perspectivas de las disciplinas que las estudian. Lo más importante es reconocer el valor ambiental que tienen y su papel para mantener un equilibrio en el ecosistema urbano.


Básicamente una barranca se forma en el terreno por el flujo natural del agua como resultado de las formaciones geológicas.


Las barrancas son ecosistemas que forman parte de un sistema hidráulico cuya dinámica se asocia a una microcuenca. Cada barranca puede ser afluente o tributaria de una barranca más grande, o estar asociada a diversas unidades de escurrimiento para llegar a constituir una microcuenca.


Con la urbanización, muchas barrancas han quedado dentro de la mancha urbana, como es el caso en la Ciudad de México. Representan sistemas fundamentales para el equilibrio hidrológico; son estructuras verdes con mucha diversidad biológica y permiten el flujo de especies dentro del ecosistema urbano, regulan los flujos pluviales que abastecen los mantos acuíferos y sus servicios ambientales son invaluables –como la regulación del clima y la prevención de inundaciones, retención de partículas contaminantes y fijación de dióxido de carbono entre otros-.

Las barrancas no son algo aislado, forman parte de un subsistema integrado por múltiples relieves que conforman la Cuenca del Valle de México.

La Cuenca del Valle de México es una cuenca cerrada. Se conforma por cuatro valles: Valle de Tizayuca, Valle de Cuautitlán, Valle da Apan y Valle de México, delimitados por 12 sierras, las cuales son de origen volcánico: Sierra de Monte Alto, Sierra de las Cruces, Sierra del Ajusco, Sierra de Chichinautzin, Sierra Nevada, Sierra de Río Frío, Sierra de Calpulalpan, Sierra de Tepozán, Sierra de Pachuca, Sierra de Tezontlalpan, Sierra de Tepotzotlán y Sierra de Monte Bajo. La elevación promedio de estas sierras es de 2,900 msnm, sin considerar los grandes volcanes que alcanzan hasta los 5,800 msnm.


La cuenca es alimentada por las diferentes barrancas de las formaciones montañosas hacia la parte baja o zona lacustre. En promedio, en la cuenca la precipitación promedio es de 700 milímetros anuales.

Únicamente 4 delegaciones concentran la mayor superficie de barrancas responsables de captar el 60% del agua que se consume en el Distrito Federal. La mayoría de las barrancas son responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y del Distrito Federal a través de sus delegaciones.



La problemática


El sistema que integra la Cuenca del Valle de México es complejo y ha sufrido un fuerte deterioro desde la época de la conquista.


Con el crecimiento de la ciudad, las barrancas han sufrido alteraciones en su estructura con toda una problemática que constantemente ejerce presión sobre de ellas: drenajes a cielo abierto, invasiones, depósitos de basura o cascajo y amenaza constante en el cambio de uso de suelo; deforestación y pérdida de flora y modificación de los hábitats, alteración del ciclo hidrológico, desecación y azolve.

Estas barrancas tienen un gran valor ambiental y aún se conservan especies endémicas y de importancia ecológica como lo son los bosques de encinos –las comunidades vegetales más diversas en el Valle de México- con elementos de bosque mesófilo de acuerdo con la clasificación de Rzedowski. Es por ello la urgencia de su protección y manejo.


En el área de barrancas que se encuentran en la zona urbana del D.F. ya solo quedan aproximadamente 1,500 ha libres de urbanización. 33 barrancas están en suelo urbano.


Las barrancas dentro de la Ciudad de México, principalmente en la zona poniente, fueron decretadas como Áreas de Valor Ambiental (AVA) en el año 2007 con la categoría de barranca, para su protección y conservación y determinar acciones para su conservación, restauración y manejo.


Sin embargo, es importante mencionar que no hay programa integral de manejo de barrancas, entendiendo que forman parte de un sistema; no hay concordancia con leyes y polígonos y no hay una definición clara de la intervención de las instancias a nivel Federal y local. Se carece de un marco jurídico sólido que permita que su protección y operación sea efectiva.



Barranca Río Becerra Tepecuache


Se encuentra en la zona poniente de la Cuenca del Valle de México en la Sierra de las Cruces –conjunto de rocas volcánicas constituido por lavas, aglomerados, brechas, piroclásticos y tobas-. La Sierra de las Cruces se conforma de 13 mirocuencas.


El Río Becerra nace de las montañas de Cuajimalpa en dirección noreste hasta que es entubado. Sobre de él se construyó la presa Becerra I y II, que tiene un recorrido de 3.5 km.


La Barranca Río Becerra Tepecuache se encuentra en la Delegación Álvaro Obregón entre los 2,300 y 2,600 msnm.


La flora en esta barranca está dominada por Quercus laurina (encino blanco) y la presencia de Buddleia cordata (tepozán), Prunus serótina (capulín), Clethra mexicana (zapotillo), Fraxinus udehi (fresno) y Garrya laurifolia (zapotillo)- en las zonas conservadas se puede observar un encinar de Quercus rugosa (encino avellano) con Arbutus xalapensis (madroño), encontrándose en algunos de estos manchones Nolina (soyate) ya muy rara en el Valle de México.


En cuanto a la presencia de vegetación secundaria, predominan varias especias de Baccharis conferta (consideradas invasoras), Eysenhardtia polystachya (palo dulce), Dodonea viscosa (chapuixtle), Wigandia urens (ortiga de tierra), Mimosa aculearicarpa (considerada invasora), Muhlembergia robusta (zacatón), Bothriochloa laguroides (cola de zorro), entre las más relevantes.


Entre las especies introducidas que se encuentran en el área sobresalen Eucalyptus camaldulensis y Pennisetum clandestinum (pasto kikuyo).


En cuanto a la fauna, en la barranca se pueden encontrar especies endémicas del Valle de México como el Gorrión serrano (Xenospiza baileyi). Especies en peligro de extinción de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010, como la víbora de cascabel (Crotalus transversus), como especie amenazada la Culebra sorda mexicana (Pituophis deppei), en protección especial Eslizón de Cope (Eumeces copei) y se encontró el Gavilán Cooper (Accipiter cooperii) –también bajo protección especial-; así como 18 especies migratorias.


La Barranca Río Becerra Tepecuache se declara como Área de Valor Ambiental (AVA) del Distrito Federal con categoría de barranca, de acuerdo con lo establecido en el decreto publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 05 de julio de 2007, y su modificatorio publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 03 de agosto del 2007.


El polígono del Área de Valor Ambiental abarca una superficie de 345,564.313 m2 (34 Ha), cuyo Programa de Manejo fue publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal del 30 de noviembre de 2012.


La poligonal, de acuerdo con el Programa Parcial de Desarrollo Urbano de Santa Fe, corresponde a un uso de suelo de Área Verde. Al sur está rodeada por zonas habitacionales y al norte presenta un polígono correspondiente a Servicios y Oficina (SOST).


El objetivo general del Plan de Manejo es, ser un instrumento rector de planeación y regulación que responde a las necesidades ambientales, económicas, deportivas y culturales del área. Y tiene como objeto establecer una regulación adecuada, mediante el establecimiento de líneas de acción, estrategias, acciones y lineamientos básicos a corto, mediano y largo plazo, para el funcionamiento, manejo y administración del AVA, mediante criterios de protección, preservación, restauración, forestación, reforestación y aprovechamiento sustentable y controlado de sus recursos naturales, que permitan la preservación de los ecosistemas, hábitats y servicios ambientales que ofrece, a través de involucrar e integrar a los diferentes actores que en el AVA confluyen.



Proyecto de Reforestación, Recuperación y Centro de Educación Ambiental


El proyecto se inserta en el marco del Plan de Manejo, básicamente dentro de los objetivos particulares: a) Establecer las bases para la administración conjunta del AVA, a través de la suma de voluntades, capacidades, recurso, acciones y la adecuada coordinación entre los actores involucrados contribuirá en mayor medida al éxito de los objetivos del programa.


La Asociación de Colonos ZEDEC Santa Fe A.C., la Asociación Unidos por el Agua A.C., y Tierra Nueva S.C., estamos trabajando en implementar un programa de rescate y conservación de la barranca Becerra Tepecuahe con la finalidad de crear un Centro de Educación Ambiental referencia en el Valle de México, mediante la apropiación de acciones locales derivadas del voluntariado empresarial, sociedad civil organizada y autoridades locales, incrementando la superficie de áreas verdes de uso público en la Ciudad de México.


La superficie que se propone atender es la que corresponde a la vertiente localizada al oriente de la calle Javier Barro Sierra con una superficie de aproximadamente 18,570 m2 (18.5 Ha). El área propuesta para el Centro de Educación Ambiental es de aproximadamente 5,100 m2.


El área para el centro de Educación Ambiental queda fuera de la poligonal, pero corresponde también al uso de suelo de Área Verde en el Programa Parcial y es parte de la Zona de Interacción con la Ciudad (ZIC) definida en el Plan de Manejo, la cual para nuestros fines representa y tiene la función de una zona de amortiguamiento.


El Centro de Educación Ambiental tendrá como eje temático la conservación y manejo de las barrancas de la zona, promoviendo una interacción armoniosa con el entorno natural a través de un trabajo colectivo con la suma de visiones y experiencias de forma activa con diferentes sectores de la sociedad, creando un modelo referente de sostenibilidad para ser replicado en otros espacios.


A través del proyecto se busca contribuir al bienestar social y a la reintegración del tejido social de la comunidad de Santa Fe, mediante el aprendizaje no formal en temas ambientales, de sostenibilidad, salud y valores afines; así como vincular empresas, residentes, escuelas y la sociedad civil organizada para crear conciencia acerca de los invaluables servicios ambientales que otorgan y la importancia de protegerlas y conservarlas.


Todos los objetivos antes descritos se harán en cumplimiento, a las acciones y metas señaladas en el Programa de Manejo del Área de Valor Ambiental del Distrito Federal, considerando asimismo el marco legal en el tema de administración:


Regla 4. La SMA podrá suscribir Convenios de Concertación o Acuerdos de Coordinación para el manejo del AVA, con otras instancias de gobierno, instituciones académicas y de investigación, organizaciones sociales, públicas y privadas con el fin de asegurar la protección, conservación, desarrollo sustentable y restauración de los hábitats del AVA y de su biodiversidad. Así como para asesoría técnica-Capacitación y educación ambiental- Investigación y monitoreo- Ejecución de programas y proyectos.


En el área de intervención se propone realizar obras de mantenimiento y conservación de suelo y vegetación mediante estrategias validadas por las autoridades correspondientes y apegadas al plan de manejo, y el planteamiento del Centro Educativo basado en los principios de la permacultura y sostenibilidad, aplicando ecotecnologías apropiadas al lugar.


El proyecto pretende desarrollarse en 3 etapas con la visión de culminarse en el año 2018, en donde las instituciones que respaldan la propuesta intervendrán de manera organizada mediante la vinculación de actores estratégicos e interesados en apoyar el proyecto. Las etapas se describen a continuación:



* DISEÑO Y DESARROLLO DEL PLAN MAESTRO Y PROPUESTA TÉCNICA PAISAJÍSTICA Y CONCEPTUAL.


* IMPLEMENTACIÓN DE LOS PLANES MEDIANTE LA VINCULACIÓN DE ACTORES QUE RESPALDAN LA INICIATIVA (VOLUNTARIOS, SOCIEDAD CIVIL. ETC.)


* SEGUIMIENTO, EVALUACIÓN Y DIFUSIÓN DE ACCIONES.




DISEÑO DEL PLAN MAESTRO PAISAJÍSTICO CONCEPTUAL. Definirá de acuerdo a las características y condiciones del terreno, un programa de áreas y zonificación para el desarrollo del Centro de Educación Ambiental y la definición de espacios para reforestación, banqueo de arbolado, vivero forestal, conservación de suelos, manejo de la flora nativa, así como para acciones de protección de cauces y captación de agua.


IMPLEMENTACIÓN. Generar una propuesta que permita guiar la operación del proceso de restauración, manejo y operación del Centro de Educación Ambiental en la barranca mediante el manejo y conservación de flora nativa, restauración de suelos, manejo y protección de cauces, emprendimientos sociales de bajo impacto creando proveedurías locales de arbolado nativo y/o huertos urbanos, vinculación con voluntariado y acciones de responsabilidad social empresarial, procuración de fondos, manejo de paisaje bajo los principios de la permacultura y sostenibilidad.


La operación del Centro de Educación Ambiental será coordinado por un área técnica, administrativa y educativa que proporcionará los servicios necesarios para atender a los interesados en conocer el uso y manejo de las barrancas.


SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN. Para que el proyecto sea eficaz y efectivo, se promoverá la implementación de un consejo que atienda el desarrollo del concepto, así como la designación de un grupo administrativo base que atenderá la operación y atención al público objetivo.

La administración local definirá un sistema de evaluación para dar seguimiento técnico, administrativo y en material de educación para responder a los indicadores y metas planteadas en plan maestro.



CONCLUSIONES


La participación de la sociedad civil es básica para comprometer a la gente con el medio ambiente y así conciliar la relación humano-naturaleza. Es básico crear una conciencia de intervención en el paisaje de manera responsable.


A través de la suma de actores se puede conformar una nueva forma de intervenir los espacios para su protección, restauración y manejo como es el caso de las barrancas de la Ciudad de México, involucrando a la sociedad civil, contando con el apoyo de las empresas, con la coordinación y asesoría de los técnicos especializados, bajo la autorización de los sectores gubernamentales. A través de este modelo, que pueda ser replicable, se podrá garantizar la continuidad del proyecto.



REFERENCIAS

  • Acuerdo por el que se expide el Programa de Manejo del Área de Valor Ambiental del Distrito Federal, con la Categoría de Barranca, a la Denominada “Barranca Río Becerra Tepecuache”. Gaceta Oficial del Distrito Federal; 30 de noviembre de 2012.

  • Secretaría del Medio Ambiente, Gobierno del Distrito Federal. Libros Blancos. Barrancas Urbanas de Surponiente del Distrito Federal, Áreas de Valor Ambiental; 2012.

  • Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Manual de Manejo de Cuencas. World Vision; 2ª edición, 2004.

  • The Joint Academies Committee on the Mexico City Water Supply; Mexico City’s Water Supply. Improving the Outlook for Sustainability; Washington, National Academy Press; 1995.


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